Al principio de la charla Gabriela resalta que la paradoja de la lejanía física de estar trabajando por zoom pero al mismo tiempo nos sentimos más cerca. Por el hecho de conocer el interior de nuestras casas, nuestras costumbres o gustos; por ejemplo si se ve un cuadro; a veces hasta las personas con las cuales conviven. La verdad, que en lo personal desde que empezaron las clases online me sentí mucho más respalda que antes. Gabriela dice, que la pandemia aceleró lo que se venía dando. Tanto en la comunicación como en las oportunidades dentro del mundo profesional. Nos cuenta y nos muestra un montón de ejemplos de distintos rubros de cómo se aprovecha esta oportunidad para avanzar en más de un aspecto.

La pandemia nos llevó a repensar los espacios físicos en todos los ámbitos; desde las escuelas, los aeropuertos, las oficinas tanto públicas como privadas, hasta la distribución de la ciudad en las calles o las manzanas para evitar el traslado, el contacto con la gente y a su vez ahorrar tiempo. Que deberían haberse repensado antes y no tendría que haber venido una pandemia mundial para plantearnos este tipo de soluciones para más de un aspecto como la contaminación, la salud, la higiene y una mejor calidad de vida en sí misma. 

Me voy a detener en uno de los tantos casos que Gabriela nos muestra en esta charla, obviamente en el de mayor interés para mi: el caso de la diseñadora uruguaya Gabriela Hearst. Que a partir de la pandemia se propuso hacer la tienda más sustentable posible. Asociándose con profesionales que la ayudaron a hacer un packaging biodegradable,